La psicología sugiere que las vacaciones académicas o laborales son necesarias en todas las edades para la salud mental y física, pero además también para el bienestar espiritual, familiar y social. El trabajo, la presión constante y la rutina pueden ocasionar el síndrome de burnout, en ocasiones sin que la persona se dé cuenta.
Tomar al menos 5 días consecutivos de vacaciones al año pueden afectar de forma positiva la productividad, pues da un tiempo a la persona de descansar, reponerse y mirar el trabajo desde una perspectiva más relajada, y quizás más agradecida. Pero más importante aún, un tiempo de vacaciones puede representar tiempo para sí mismo, para disfrutar con amigos, hijos, pareja o conocer personas nuevas. Esto ayuda a combatir la depresión, detonar la creatividad y potenciar los niveles de concentración.
¿Qué hacer en vacaciones?
Lo ideal en las vacaciones es alejarse, tomar un vuelo y conocer nuevos destinos, o revisitar algunos anteriores, disfrutar de un hotel y atenciones que permitan desconectarse de la rutina y conectarse con el bienestar. Elige un destino y un plan que se adapte a lo que deseas; hay destinos con una gran oferta deportiva, o turismo Wellness, destinos de playa, religiosos, gastronómicos… a veces un simple cambio de clima es suficiente.
¿Y si no tengo presupuesto?

De igual forma es necesario vacacionar, lo importante es poder tomar la oportunidad de desconectarse del trabajo al 100% y sentir que tu vida te pertenece.
En casa también se puede disfrutar de este tiempo emocionante, puedes vivir un día como turista en tu ciudad, o rentar una casa de campo, visitar familiares o tomar estos días para hacer algún deporte o retomar un hobbie que el trabajo no permite disfrutar como querrías. Algunas personas hacen un vacation-cleclutter y se toman un día o dos para reorganizar y redecorar su casa, y esto les ofrece bienestar. Otros toman clases virtuales o crean contenido, así que anímate a irte a Cartagena por varias noches y luego a Medellín, o puedes pasar varios días leyendo en tu balcón o aprendiendo a tejer.
Recuerdo en unas vacaciones en las que me dediqué a aprender a través de Youtube a hacer la piña colada perfecta ¿lo logré? no. Pero las risas no faltaron.